Lo peor de todo es que es abril y el invierno se nos echa encima.
Por lo demás, la vida empieza a caminar en Melbourne.
Por lo demás, la vida empieza a caminar en Melbourne.
Me parece ver más fotogramas por segundo en esta ciudad, o por lo menos, yo los recojo todos.
Me sigo acordando del calor y de mi nomadismo como si fuera algo ya muy remoto, pero creo que quiero estar aquí ahora.
Estoy muy despierta y tengo los ojos muy abiertos.
3 comentarios:
Es bueno saber que en el otro lado del mundo alguien se atreve a llevarle la contraria al Corte Inglés, por más que él se empeñe en preconizar la llegada de la primavera.
El obturador de esos grandes ojos no se satura por muchas imágenes que capte... Con frío, o sin él, que siga congelando lo que más le guste.
Jo, Mariona, no nos mires así, que nos derretimos...
Abril en ambos emisferios... que contradiccion.
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