En un delirio de justicia universal -o en mis fantasías postadolescentes, que para el caso es un poco lo mismo-, a veces imagino que todas las personas que se han alejado de mi sin preguntarme si me parecía bien, se juntan en la puerta de mi casa en un terrible ataque de arrepentimiento (nótese que en ese delirio también tengo una casa fija en la que se me puede encontrar, dejar notas, regalos y flores. No hay más mudanzas ni cajas repartidas por distintas ciudades; hay una casa base a la que regresar después de viajes espectaculares por el mundo y oh, milagro! no hay que pagarla).
Volviendo a la fantasía. Misteriosamente, todas estas personas se han dado cuenta al mismo tiempo de cómo molo y cómo la cagaron, y más misteriosamente aún, yo ya no las necesito para nada y soy la reina de la autosuficiencia.
Podría decirles un montón de cosas: cómo las he esperado, mejor, cómo me he marchitado esperándolas, cómo me he muerto de ansiedad al no entender, cómo me he jodido el cerebro imaginando las simultaneidades más perversas. Podría decirles todo eso, y ellas me escucharían, compungidas, arrepentidas, suplicando con los ojos mi perdón. Pero en realidad, aún y con esa posibilidad, prefiero no hacerlo y en un ejercicio de estupendismo me suelto la coleta, dejo que todos los pelos vuelen a cámara lenta y, más ancha que larga, me voy.
Al final, además, lo mejor de la fantasía no es este final peliculero, si no el hecho de que la puesta en escena no es estratégica: las personitas de la puerta y su arrepentimiento me importan absolutamente un bledo.
La última vez de este delirio fue ayer. Y entonces dejé de imaginar y me encontré en Melbourne otra vez, ordenando las cosas de mi nueva habitación. Con ganas de justicia universal pero desde luego con la autosuficiencia poco suficiente, más cercana a la estrategia que a la indiferencia; muy blandita, vamos. De modo que salí a correr para acordarme de todas las cosas que me gustan de esta ciudad y para expulsar con el sudor los fantasmas de este jetlag emocional que llevo arrastrando desde que llegué, hace una semana.
Melbourne tenía que esperarme con la primavera puesta y todavía hace frío. Igual yo tenía que traer el sol desde Barcelona, pero no me ha pillado en eso.
Los dos meses fuera de aquí han pasado como una especie de espejismo. En Madrid y en Barcelona he visto a decenas de personas y tengo la sensación de no haber visto a a nadie, de no saber bien en qué anda toda la gentecilla que hace poco más de un año eran parte de mi día a día. Aunque la haya visto, y nos hayamos alegrado tanto, y nos hayamos besado y abrazado y tocado mucho.
Me he pasado casi todo el viaje a casa planteándome si (o cuando) volvería a vivir allí, con cierta decepción al confirmar que algunas cosas siguen con la misma parálisis, con cierta torpeza intentando adaptarme a unas rutinas que ahora ya no son las mías y con cierta extrañeza al estar de paso en el sitio de dónde uno es.
En medio de todo eso, algunas conversaciones.
"- Al grano: Estáis juntos?
- Bueno, no sé si juntos, pero estamos empezando.
- Ya, pero estáis juntos entonces.
- Bueno, algo así, supongo. Parece.
- Qué bien, me alegro, se veía venir, bla bla bla"
U otras.
"- Bueno, te lo quería decir, pero es que estabas lejos, y no hablábamos... Pero vamos, todo sigue igual, en serio!
- ¿Sí?
- Claro, sí! "
No sé si todo sigue igual. No debería. En realidad, empezaba a ser todo un poco menos raro la semana que me tocaba volar otra vez, así que de nuevo tampoco demasiado espacio para conclusiones.
En cualquier caso. Hoy me curan los espacios verdes de esta ciudad y ahora me cuesta imaginarme en un sitio sin pájaros al salir de casa ni bicicleta todo el rato. Menos mal. Porque estas cositas (que además oh! son gratis) me dan aliento y me convencen un poco en medio de tanta duda, ahora que tengo a todos los fantasmas de todas las fiestas temáticas bailándome dentro.
(Habrá que asustarles a ellos).
9 comentarios:
Masu!! Hem de parlar i m'has d'explicar això bé, que vaig una mica perdut!! :) Un peto!
Segurament el millor perquè importi un bledo és que certament importi un bledo! Bledos a banda, potser el teu kilòmetre invers, per llunyà i valent, necessita una mica més de pedal. L'adaptació bidireccional en tant poc temps no ha de ser gens fàcil! Ep, i que aquí el verd i els ocells encara són gratis també... De moment! Una abraçadíssima!
A Barcelona el cel està gris, plou i a les sis ja és de nit... A Melbourne aviat serà primavera. Petons bonica!
Me alegro mucho por ti. Qué tengas suerte, otros ya la tienen estando tú a su lado.
me alegroooooo
me alegroooooo
¡¡¡persona bella, besos grandes Marion!!!
Kika
Muy de acuerdo con sus palabras y muy identificado con tus hechos . El destino juega sus cartas y tu cerrarás con poker de ases.
Un besazo marion
Quanti secoli sei fuori.... questa volta mi sembra anche di più. Non ci aggiorni più? un bacio grande
Durante muchos años supe bien lo que era el "veneno del teatro". Leyéndote a ti, Mariona, comienzo a reconocer "el veneno de la antípoda". Bienvenida al hogar, Mariona.
El hogar es este. Un espacio donde uno descubre que vive irremediablemente solo. Para mitigar esa soledad yo me agarro a una pareja -seguro que no hay mejor apuesta-, tal como en España nos agarramos a los amigos o simplemente al ruido, pero la futilidad de ello, bien la intuyes tú en tus palabras.
Y cuando se vive sólo, mejor el reto que la complacencia, por eso creo yo que has vuelto.
Hay mucho en lo que escribes que contacta con mi propio pasado. Tu fantasía es como la que yo tenía en mis años mozos. La mía era aún más dramática. Rondaba la idea del suicidio y amigos y familiares reuniendose a mi funeral para llorarme. Es nuestro ser creador y ególatra en busca de reconocimiento. (¡¡Reconocimiento que es más fácil conseguir si avanzamos con otro y a traves de otros que si avanzamos por nuestra propia cuenta y sólo dependemos de nosotros mismos!!)
Lo de la casa propia y el lugar donde asentar los huesos conecta con Linda totalmente. Las pesadillas de Linda siempre rondan en torno a lo mismo: correr hacia algun aeropuerto para no perder un avión. Cuando yo la conocí hace más de 20 años tenía sus cosas en cajas repartidas por las casas de amigos de cuatro paises. Uno de los ingredientes de que me enamorase de ella fué sin duda el mundo que llevaba recorrido y vivido a sus espaldas. Linda finalmente está superando sus pesadillas de viajes, pero ahora que construyó el espacio de sus sueños -que tu conoces-, cuesta sacarle de él. Se entiende
Nunca volverás a ver España con los mismos ojos, Mariona. No perderás el amor y el cariño a los tuyos; pero estos pájaros de por aquí, este verde... este diluirse en la naturaleza y ser parte de ella, tienen algo tan real y auténtico, tan genuino, que convierte todo el resto (incluido nuestra querida España: con su crisis, su politiqueo, su TV tonta, su botellon, sus lamentos, su futbol...) en lo que tú has dicho: un espejismo.
Tal vez no disiparás los fantasmas y las dudas, Mariona, pero cada día, mientras pedaleas, no dejarás de ver flores; y si la memoria no te falla y has de escoger entre el día a día de tu pasado o éste, verás que la felicidad de Madrid sólo te llegaba por la cabeza, (cuando te llegaba), pero aquí no has mas que abrir los poros de tu piel para que entre por todos lados.
No necesitas cerrar los ojos para soñar, mantenlos bien abiertos para empaparte de lo que descubriste: "horizonte", "azul", "no worries". Lo que haya de ser será
Un besazo, campeona;-)
Cuando los días empiecen a acortarse simplemente recuerda que estás en la parte fria y "europea" de Australia. Ya conoces algo del resto. A nuestra casa eres bienvenida
Un día mi madre me dijo, para que ir a tanto sitio?, le contesté, para ver,para conocer, para experimentar....me contestó,si todos los sitios son iguales..campo,mar,edificios,gente....viaja hacia dentro, a tu casa, después podrás viajar fuera.Suerte y buen viaje
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