martes, 9 de octubre de 2007



Quítate la chaqueta ciclotímica de entretiempo
y entra, cuidadito, por esa puerta:
tu habitación de infancia es el cuarto de la plancha,
y no pasa nada.
Deja de pensar en el Día Definitivo
para volver a abrir tus cajas:
cinco años, varias mudanzas;
allí están, no te han llamado.
Toca tus cosas, hojea tus libros
y réencuentrate con tu trazo aplastado:
te preguntarás, seguro, por qué subrayarías eso,
y lo otro de ahí, y las palabras raras.
En general, por qué subrayabas.
Revisa, si quieres, todas las postales del corcho,
pero acuérdate, no te lleves ninguna,
porque así, cuando llegues a Barajas
pequeña en lucha, luminosa hormiga,
podrás sonreir dibujándola en tu cabeza,
más tuya que nunca, la postal amarilla.

La que querías llevarte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

joder Mariona. me ha EN CAN TA DO. Estoy en mi antigua habitación, que no es el cuarto de la plancha pero poco le falta y tengo delante de mi el corcho, las fotos, las postales, hace 9 años que no añado nada... ni quito nada... me lo sé de memoria...

Bah, no me enrollo: ME HA ENCANTADO

Un beso amarillo (como la postal)

Lara dijo...

Tengo los pelos como escarpias. Claro, ya sabes por qué.

¡Qué buen fichaje hemos hecho para los martes!

mariona dijo...

Vega... pues no le quites ni el polvo... que querrás llevarte algo, seguro!
Lara, es el tema de la semana (y del mes, y en general, ya sabes, ahí está). BCN, la abuelita, la charla con la hada de Zarza y todas las demás cosas, los duendes.
Un beso grande grande a las 2!