martes, 2 de octubre de 2007

Volvés a sentir el calorcito en la yema de los dedos,
la cosquilla de escribir en el estómago y sos de nuevo
poeta, mujer, pájara. Estás otra vez fértil y tierrosa
llenas de fuego líquido las venas que creías apagadas
como ríos mansos.
Te alegrás en el júbilo de tu despertar con trinos y
malinches.
En el fondo es como sentir que volviste a nacer, a
pesar de
todas las trampas de la mediocridad y del exilio.

Gioconda Belli Vencer las trampas

Qué alegría cuando al final sí encajan las piezas.

Cuando un principio te emociona aunque no sepas cómo acabará.
Hoy, y que no sea un precedente, pueden quedarse con el final.
Que alivio saber que jugaste al escondite
porque también tenías miedo
-aunque no me digas dónde estás, ya me sirve-.
Vi la misma película, estaban todos los episodios
(ayer creí que me había perdido uno).
Qué rico que sirviera lo que dije,
Qué dulce que al final nos entendiéramos.

A veces hay silogismos que funcionan.
Sembrar
Recoger
Madrugar
Ayudar
Y al final
comerse la fresa.

No sé si es vanidoso creer
que este pastel sabe distinto,
pero me gusta saber que no éramos nosotros
los de la pecera.

Consuelo
de
tontos.
Hoy me relajo y sí me vale.

(foto: chica magnum en un escaparate de alberto aguilera)

4 comentarios:

Lara dijo...

Gioconda siempre acierta y siempre remueve.
Tu texto es evocador, tierno, dulce y lo menos nublado del mundo en un día tan nublado como hoy.
Intuyo que estás tan guapa o más que el sábado.
Y yo también me alegro.

síl dijo...

si que es cierto que la belli remueve, sí... a pesar de que muchas veces pienso que no llegaré a sentir nada tan profundo como ella...

si a tí te vale, es lo que cuenta...

un petonàs

Anónimo dijo...

...

david dijo...

¡Oh, un reflejo! Ah, me encantan los reflejos. Sobre todo cuando traen además la cara impresa de una modelo mordisqueando algo, aunque sea que los publicistas estén intentando hacerme asociar el triunfo sexual o la gloria del ñacañaca con el comerme uno de sus helados embuchados en papelitos de colores por fuera y brillantes por dentro.

En fin, que me gusta la foto.