domingo, 30 de marzo de 2008

Vuelves a mi
con tus ganas de movimiento.
Has estado ocho meses fuera.
Pareces otro sólo por lo placentero
de salir al mundo y descubrirse pequeño.
Qué guapo estás.

Llevas encima la convicción
(la que hoy le molesta a mi envidia)
de que aquí se ha vivido con la misma intensidad,
y que hay que estar como tú,
soltando adrenalina,
“No puede ser que sólo tengas que contarme esto,
mujer: han pasado ocho meses!”

Qué mania con que te estoy escondiendo algo.
Ojalá.
Me pones de mal humor.
No eres más que la confirmación de lo que yo también creo.
pero me tengo que defender.
“Cuando yo me vaya espero volver como tú.
Pero es así. Aquí no ha pasado casi nada”.
Y te vas, extrañado, sin creértelo del todo.

Te tiraría un zapato por incrédulo 
-¡encima!-
y por valiente: 
Tú ya te has ido
y yo no.

No sé si es buena idea seguir mirando por la ventana cada tarde.


sábado, 8 de marzo de 2008

Yo también tengo orgasmos modernos





Lo confieso. Yo escogí canción para esta promo. Cosas del directo y privilegios adquiridos que, para hacerme la interesante, no contaré ahora.

BOCA LOCA

1. Plasma
Boca Loca en tres frames congelados.

Ok. Ahí va. El primer frame congelado es una boca preciosa, entreabierta, a poca distancia, peligrosa pero inevitable. En el segundo frame verás la misma boca, algo más alejada, y en el fondo, el decorado: un resto de madrugada, ceniceros, vasos con algo de ron y mucho de hielo derretido. En el tercer frame verás la misma escena, aún con más distancia, y aunque no lo puedas ver, detrás de la cámara está mi boca agradecida y sabia, riéndose en voz bajita.

2. Como quieres que te quiera si el que quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera. Para mi, muchos de los grandes discos respiran un poco de aquí. ¿Cuanto hay de esto en Orgasmos Modernos?
Eso lo canta maravillosamente Pitingo, y ya sabes que me pone como me pone. Pues algo de esto hay en este disco, como lo había en el “Volviendo a casa”,el primer disco. En ese sentido para mí es fundamental “Humo y vinagre”, que podréis escuchar en breve. “Que me tienes a tu antojo, ya lo sabes / que te adoro como no he adorado a nadie / que mis lágrimas son sucias, son en balde, y me saben a aguarrás, humo y vinagre” … ya me has puesto sentimental, estarás contenta!! Esta canción del “Boca loca” también comparte ese tono agrio del amor o del querer (o del capricho), pero está vestida de despecho, y la bailo a ritmo de disco en el estribillo ... viva el desahogo!

3. Me parece que las canciones de este disco reúnen un montón de mensajes encriptados detrás de una aparente frontalidad. ¿Esperas que se reciban literalmente, o prefieres la libre interpretación?
Es que yo no puedo hacer esa diferencia. ¿Encriptadas? Puede, pero con dos apuntes personales que alguien sepa de mi vida, se abren puertas y ventanas, al menos más que en el disco anterior. De todas formas, me gusta que una canción esté abierta, no dar nombres y apellidos, no limitar un escenario, ni una acción … eso hace más fácil que alguien se identifique con un tema. De todas formas, te confieso que cantando este disco … me siento bastante desnudo eh? … mejor que nadie lea entre líneas, a ver si la vamos a tener!

4. Vamos a olvidar que eres Alejandro Martínez, Imagínate que eres periodista y que tienes que hacer una nota de prensa, en tres líneas, de Orgasmos Modernos y de su artista… (no vamos a tener en cuenta la falsa modestia).
Ok, juego!
“Orgasmos modernos es el segundo disco de un compositor antes empeñado en cantautar. Ahora sigue empeñado en lo mismo, pero algo más ligero de ropa y de prejuicios. La mirada perdida en el rock, y la voz entrecortada lamiéndose las heridas. Yo, Alejandro Martínez, periodista, no me lo perdería!”

5. Orgasmos Modernos es, desde su portada a su interior, como un juego… estás juguetón… proponnos tu juego preferido…
Es cierto, estoy juguetón. Mi juego preferido es uno y muchos, es subirme a un escenario y tratar de inventarme cada concierto … cada vez los disfruto más, y me entretengo más con la parte de show que tienen los conciertos. Así que si queréis jugar conmigo, prepararos porque venimos fuertes! 

Un besazo, Mariona, por todo, por tus fotografías, tus vídeos, tu arte, digital,  virtual y sobre todo sensorial…

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Le pedí brevedad, pero ya se sabe... artistas.
Se lo permito porque a él se lo permito casi todo, por honesto, por valiente y por optimista. Porque me parece como mínimo impactante que el pragmatismo no le nuble la mirada a la hora de plantearse sacar un disco, en nuestros días, sin que el viento sople a favor y, rompiendo además, con lo anterior. Porque es, seguramente, el único impaciente que conozco que no me cae gordo, ya que la impaciencia se traduce, en su caso, en las ganas de invitar a comer a lo que a él le alimenta todos los días. Y porque con una alquimia que me fascina -y que se contagia- combina fe (en el sentido más laico de la palabra) y curro a dosis iguales, y no se  le olvida la segunda cuando la primera tiene gripe... vamos, que es un currela que se cree lo que hace  (y sonríe cuando lo hace) y esto es un alivio. 
Es, esencialmente (que peligroso resulta este adverbio), coherente. Además de muchísimas otras cosas -ya no tan esenciales, pero, en este punto de la historia, superultramega necesarias-, que mantendré en secreto, como lo haré con las razones por las que escogí Boca Loca
Él ya las sabe.

Mañana, podréis escuchar el temazo en catalán en nuestro particular llunarium, que es el suyo:  Síl 
A Álex le podéis ver y escuchar (y preguntarle por los orgasmos, y todo eso) en:
BARCELONA - 14 DE MARZO - LUZ DE GAS (BARNASANTS 2008)
GAVÀ (BCN) - 29 DE MARZO - ESPAI MARAGALL
MADRID - 4 DE ABRIL - COSTELLO

lunes, 3 de marzo de 2008

como cuando sueñas que te siguen
Cada vez que le veo o me lo encuentro en una casualidad dudosa por la calle, la otra, ella, reacciona igual: se va. De nada sirve el deseo de querer decirle que ya nunca más volveré a su casa, llena de mierda y de ceniceros. Tampoco sirve el pensar que yo, al fin y al cabo, estoy por encima de él y de su cama de libros sin sábanas y de boquetes de cigarro en el colchón; por encima de su mesilla de noche whisky pegajoso gritando estoy solo.

Adicto de mierda, le diría. Adicto de mierda, me paralizas y no es para tanto, que lo sepas. Que en realidad tu estás solo y yo no; que yo soy más joven, y más guapa, y más un millón de cosas que no te imaginas ni voy a dejar que lo hagas, por borracho, por maldito, por ser el rey del pollo frito con vocación de Baudelaire.

Pero nada. La traidora me ha dejado. Es algo así como cuando sueñas que te siguen y no puedes gritar: no tengo voz, me sudan las pestañas y se me caen las cosas de las manos. Quizá por eso también yo empiezo a beber, para que me salga la voz, para dejar de sudar, para hacer que no me importa.
Y de esta manera, sin saber qué es primero, el huevo o la gallina, me veo de nuevo apartando los libros de la cama, ignorando que no hay sábanas, ni desayuno, ni nada que se le parezca. Y por la mañana, al cerrar la puerta, carraspeo y me doy cuenta de que ha vuelto, que la voz, otra vez, está aquí: otra vez tarde, incoherente, groseramente alegre, como si su ausencia hubiera sido un sueño y lo que he dejado tras la puerta, un espejismo.

(La foto es de Ariadna)