viernes, 29 de octubre de 2010

Malaca para románticos y últimos días malayos

Hay días en los que me hago absolutamente la sueca delante de las pandillas de viajeros y simulo hablar sólo algún idioma de la Cordillera de los Balcanes; sin embargo, otros las pandillas aparecen de modo fácil y dulce. Cuadra, y te apetece.
En Malasia tuve una pandilla muy molona un par de días. Itxaso, Edu, Eva y Thomas. Bilbao, Navarra, Paris. Con ellos hice un trekking en Cameron Highlands (todavía hoy tengo agujetas), y el descenso fue a través de las espectaculares plantaciones de te de la zona. Un par de días aventureros que recuerdo con mucho cariño.

Luego me caí en Malaca, la primera ciudad romántica asiática que me encuentro. Tanto, que paseando por alrededor de su canal dan ganas de declarar amor eterno. Tampoco es que haya estado en muchas, pero a primera vista las ciudades tailandesas y malayas que he visto pueden suscitar cualquier cosa menos romanticismo. Demasiado bulliciosas, demasiado olor a comida, demasiado calor. En Malaca hasta la brisa acompañaba, y la herencia europea (holandeses, primero; ingleses, después), daban a la ciudad un aire conocido que esos días me sentó bien.
Junto con Penang, es otro de los sitios clave para probar cosas ricas y a eso me dedico los tres días que estoy allí: laksa, dim sum, nyonya y demás delicias.

Antes de aterrizar en China, dónde llegue hace un par de días, pasé fugazmente por Kuala Lumpur, apenas 24 horas. Sabiendo que entraría en la República Popular por Guangzhou, macrourbe de 12 millones de habitantes, me daba cierta pereza despedirme de Malasia desde una ciudad grande, por eso evité alargar mi estancia en la capital. Sin embargo, una vez allí, me pareció que tenía bastantes más secretos a ofrecer de los que parecía a priori.

La vida son opciones, como me dice mi madre.
(Tan básico y aún dándome cabezazos)



Aquí van los días malayos. He tenido que colgarlo en el youtube chino (con una pérdida de calidad considerable), puesto que aquí nuestras páginas de vídeos, más los blogs, facebook y todo lo que suscite estratagemas de organización comunitaria están vetados. Fuerte.

Pero en fin: hecha la ley, hecha la trampa.

1 comentario:

colorines dijo...

Vaya, mala suerte no se puede ver el video. Como LA BELLEZA puede resultar de lo más subversivo, las autoridades chinas lo deben haber considerado pernicioso para sus ciudadanos.
Espero que lo podamos disfrutar en breve.

Mil besos.